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| Fuente: Freepik |
El objetivo de esta entrada mi querido lector o lectora es poder demostrarte la relación que se ha tenido entre la música y las complejas emociones humanas desde la antigüedad hasta la actualidad, esto con la influencia que tiene el país o lugar en el cuál la persona se encuentra. Para comenzar tenemos que con la música es más fácil la descripción sensorial, con ella es posible evocar sensaciones y que el receptor entienda perfectamente a qué emoción nos estamos refiriendo.
Al escuchar música se activan las áreas del cerebro que se encargan de la imitación y de la empatía, hay registros de que ya nuestros primeros antepasados empleaban los a la música como algo con lo que podían sobrevivir y comunicarse; crearon asociaciones que les permitían predecir situaciones de peligro y con las que desarrollaron habilidades sociales comunicándose con un lenguaje común. Diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas, las emociones son las encargadas de convertir los sonidos que percibimos en algo comprensible.
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| Fuente: HC Marbella |
En el cine la música resalta emociones y funciona como una guía que ayuda al espectador a entender mejor la escena, facilita el establecimiento y la permanencia de las interacciones entre los seres humanos y hace un entorno agradable. Una de las cosas que se busca probar es que la música es capaz de evocar emociones de forma poderosa.
“Si el arte puede ayudarnos a sentir, puede ayudarnos a llorar, entonces apóyate en él” - Lin-Manuel Miranda
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| Fuente: Musico DIY |
La música podemos definirla como distintas cosas dependiendo desde qué ángulo lo veamos, por ejemplo, hablando técnicamente:
La música no solo es producida por instrumentos musicales de diversa índole, sino que también puede ser generada por las cuerdas vocales, y de acuerdo a la intención con que se cante podemos experimentar sensaciones y estados de paz, tranquilidad, alegría y felicidad, pero también de rabia y odio, entre otros.
Para terminar por el momento mi querido lector o lectora, te dejo por aquí una canción para que te relajes por unos minutos. ¡Nos leeremos pronto!
